El vandalismo no debe tolerarse, pero tampoco hay que criminalizar las protestas pacíficas, ni detener inocentes.
Luego de indagar sobre los disturbios del 1 de Diciembre en la ciudad de México, la CDHDF concluyó que no sólo se detuvo a personas que se manifestaban pacíficamente sino también a quienes se encontraban dando seguimiento y cobertura a la manifestación (tomando fotos, videos, grabaciones); a personas que se acercaron a auxiliar a otras que eran agredidas físicamente por los policías y a ciudadanos que pasaban por ese lugar (por su trabajo, compras, de paseo o curiosos). Esto de acuerdo con el informe de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal.
Después de muchas marchas y protestas pacíficas realizadas durante este año en la ciudad de México, lo sucedido el 1 de Diciembre cuando grupos de vándalos realizaron destrozos en el centro histórico, ha sido utilizado por algunas personas y medios de comunicación para descalificar cualquier tipo de protesta.
Lo grave de lo ocurrido en esta ocasión es que al parecer no se detuvo a los vándalos o al menos,se sabe que muchos de los detenidos no realizaron daño alguno y peor aún, algunos de ellos ni siquiera estaban en el lugar de los disturbios.
Según David Peña, uno de los abogados defensores de las personas arrestadas, ninguna de las detenciones se hizo en flagrancia, sino que se dieron entre 15 y 20 minutos después de que terminaron los desmanes. Al menos 22 personas acusadas por los disturbios del sábado 1 de diciembre fueron detenidas arbitrariamente y cuando menos otras cuatro habrían sido torturadas, de acuerdo con el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Luis González Plascencia.
Ahora lo importante es que la autoridad dé certeza de que quienes resulten sancionados sí hayan estados en los hechos “y no criminalizar a quienes protestaban pacíficamente o no estaban involucrados en los hechos”.
Sobre el delito de ataque contra la paz pública, que se les imputa a los 69 detenidos, esto se refiere a agresiones severas a las instituciones del Estado, por lo que es “inapropiado aplicarlo a este tipo de actos”, que si bien deben ser sancionados no ameritan una pena tan grave (de 5 a 30 años de cárcel).
El funcionario advirtió que de este modo,la imputación de ese delito podría serusado como “comodín” para criminalizar a las personas cada vez que surja una protesta. También es preocupante el tratamiento del tema en algunos medios de comunicación, debido a que muestran a los manifestantes como personas violentas, aunque muchos de ellos, fueron a expresarse de forma pacífica, tal como lo han hecho decenas de veces anteriores, sin que haya la menor agresión a nadie.
Detenciones arbitrarias. Boleros, Señoras y hasta fotógrafos.
15 personas fueron detenidas en las calles de Filomeno Mata y 5 de Mayo, lejos de la zona de los disturbios y donde se manifestaban pacíficamente.Siete personas más fueron arrestadas en un momento distinto al de los enfrentamientos y en lugares alejados de donde éstos ocurrieron, refirió el funcionario. Uno de ellos es un bolero, a quien robaron su caja de boleo y al quejarse, es arrestado por policías; otro caso es el de la señora Rosa María Vargas, de 52 años fue detenida en el metro Pino Suárez por reclamarle a los policías que golpeaban a un joven. También está detenido Juan Uriel Sandoval Díaz, estudiante de Ciencias Ambientales y Cambio Climático de la UNAM, que perdió el ojo derecho. Dijo que se manifestaba de forma pacífica en las cercanías de la Cámara de Diputados cuando recibió el disparo. A estas detenciones arbitrarias se suman los de cuatro personas que la noche del sábado fueron a reclamar por las detenciones y son capturados por la policía en las inmediaciones de la agencia 50 del Ministerio Público. Uno de esos detenidos es un fotógrafo rumano, colaborador de la revista Vice, a quien los policías que lo aprehendieron le quitaron su equipo fotográfico y presentó su declaración en el Ministerio Público sin un traductor, a pesar de que el español no es su lengua nativa.
Todos ellos son inculpados por los disturbios en la Alameda Central.
Fotografías demuestran que había civiles con los policías
En internet y a través de algunos medios de comunicación se dieron a conocer dos fotografías que demuestran la presencia de personas vestidas de civil que acompañaban a los policías detrás de las vallas en la cámara de diputados. Estas imágenes han despertado suspicacias sobre la posibilidad de que no fueran los manifestantes los que realizaron los actos vandálicos.
En la foto aparecen varios tipos vestidos de civil del lado de la policía federal quienes de acuerdo con algunos, en realidad son policías que se infiltran entre los jóvenes para comenzar los disturbios.
En la segunda imagen, otro sujeto igualmente vestido de civil dialoga con los granaderos e incluso les señalaba a que manifestantes detener. Esta información ha sido negada por las autoridades.Estas fotografías son de la autoría de: Miguel Tovar/Getty Images.
Artistas protestan: “Si uno está preso, todos lo estamos”
Ante los reclamos de detenciones arbitrarias y uso de violencia por parte la policía, a través de las redes sociales se ha difundido un video donde destacados personajes del arte y la cultura protestan por la detención de inocentes y exigen que se detenga a los verdaderos vándalos.
En voz de los propios artistas, el clip llama a no permitir que sean encarceladas personas inocentes, además de que buscan “elevar un reclamo”. En el spot llamado “Si uno de nosotros está preso, todos lo estamos”, aparecen personalidades de la cultura como el historiador Antonio Velasco; los actores Damián Alcázar, Héctor Bonilla y Ana Ofelia Murguía; las escritoras Laura Esquivel y Tatiana Lipkies; el director de cine Hari Sama; la gestora cultural Verónica Ortiz, entre muchos más.
“Nos referimos a la sociedad mexicana, a las autoridades y al mundo en general para lograr que no vayan a ser encarcelados personas que fueron totalmente inocentes”.
El video indica que se violó el derecho de los ciudadanos a manifestarse y destacan la importancia de las redes sociales en la difusión de “evidencias de arbitrariedad” en muchas de las detenciones por parte de las autoridades.
“Se violó el derecho a manifestarse en desacuerdo, a disentir y a mostrarse inconforme si se percibe una amenaza contra la democracia y la libertad”.
Fotografías: Adolfo López, Miguel Tovar.
