*Tiene la planta de reciclado más grande del mundo, que recupera 70 por ciento de los envases
México tiene la planta de reciclado de tereftalato de polietileno (PET, por sus siglas en inglés) más grande del mundo, capaz de transformar tres mil 100 millones de botellas anuales en 50 mil toneladas de resina, lo que permite retirar plásticos del planeta, evitar emisiones de gases efecto invernadero y mitigar el cambio climático.
Reúl Mendoza Tapia, director general de la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (ANIPAC), y Mónica Salinas, gerente de comunicación de la empresa PetStar, ubicada en Atlacomulco, Estado de México, señalaron lo anterior durante un recorrido realizado por las instalaciones de la planta, que representa una inversión de más de 100 millones de dólares.
En 2013, la empresa fue nombrada la Planta de Reciclado de PET Grado Alimenticio Más Grande del Mundo por la compañía “PCI PET Packaging Resin and Recycling, Ltd.”, y actualmente genera mil empleos directos y 24 mil indirectos en ocho centros de acopio, una valorizadora de residuos y una recicladora.
A través de su operación, se recupera el equivalente al 70 por ciento de los envases de PET e incorpora el 35 por ciento de resina reciclada en botes de bebidas, incluyendo el 100 por ciento en millones de botellas.
El reciclaje de los envases genera un importante impacto ambiental, ya que retira del entorno alrededor de 80 mil toneladas de botellas. La producción de la resina reciclada de PET grado alimenticio reduce un 87 por ciento la emisión de gases de efecto invernadero, comparado con el uso del producto virgen, gracias a un proyecto de cogeneración y el uso de energía eólica.
Además, ha generado un modelo de negocio único basado en una economía circular, integrado desde la recolección de la botella hasta su incorporación en envases nuevos con contenido reciclado.
Cuenta con mil 200 puntos de recolección, en los cuales se comprometió a no permitir el trabajo infantil, por lo que realiza verificaciones constantes para el cumplimiento de las disposiciones sobre edad mínima establecidas por las leyes y reglamentaciones vigentes, así como promueve el interés de la infancia.
Para fomentar la educación ambiental, tiene un museo auditorio en el que promueve el concepto de responsabilidad compartida entre la sociedad, autoridades y empresas, en busca de crear conciencia ambiental e impulsar la participación de toda la sociedad en el reciclaje. Recibe anualmente de manera gratuita a 12 mil personas.
El recinto museístico es un espacio amigable con el medio ambiente, al tener un sistema de captación y tratamiento de agua de lluvia, paneles solares y azotea verde. Recientemente obtuvo la Certificación LEED Plata (Leadership in Energy & Environmental Design) como un edificio sustentable, convirtiéndose en el primer museo en Latinoamérica con este reconocimiento.
