Tradición de un cultivo sorprendente en el sur de Nayarit
En el sur de Nayarit, durante generaciones se ha cultivado una variedad de maíz que por sus características sorprende a cuantos la conocen. Con milpas de más de 4 metros de altura y mazorcas que llegan a casi a un metro de largo “los elotes gigantes de Jala” son parte de la riqueza natural de Nayarit.
Se cuenta que estos elotes eran tan grandes que debían ser cultivados a caballo y se transportaban como leños de madera debido a que era la manera más práctica de cosecharlos. La creencia de la gente es que el tamaño extraordinario de estos elotes se debe a las cenizas que el volcán del Ceborucoha esparcido en una extensa área en sus erupciones, la última de ellas en el año de 1870.
Todos los años se realiza un concurso durante las festividades del municipio donde los productores llevan sus elotes más grandes y el ganador es declarado “El elote más grande del mundo”.
De acuerdo con ejidatarios como Abundio Gómez Rodríguez, la tradición de este cultivo se ha transmitido de padres a hijos y es un orgullo para los lugareños, a pesar de que cada vez menos personas siembran esta variedad de maíz criollo, originario de la región. Esto se debe a que otras variedades ofrecen ventajas económicas a los productores como tener mayor peso y necesitar menos cantidades de agua, por lo que el llamado “maíz chaparro” ahora es el que ocupa más del 80 por ciento de la superficie destinada a este grano.
Como parte de su patrimonio cultural, orgullosos de su herencia; muchos campesinos han mantenido una parte de sus tierras sembradas con el maíz “gigante” para preservarlo y evitar que desaparezca. Esta es una excelente decisión pues además de su sorprendente tamaño, los elotes de Jala son deliciosos.
