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La hambruna provocada por el bloqueo israelí condena a Gaza a otra batalla contrarreloj, ésta para salvar vidas: «El deseo de mi vida es poder darles pan a mis hijos».

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Los primeros camiones con ayuda cruzan la frontera desde Egipto y entran en el devastado territorio palestino.

Esraa Abi Halib nació el pasado marzo en Gaza, poco después de que Israel impusiera un bloqueo total a la entrada de alimentos, medicinas y combustible en el enclave palestino. La falta de sustento para alimentar a la pequeña le causó una diarrea crónica y una infección bacteriana que le provocó la muerte. Halib pesaba poco más de dos kilos, menos que cuando nació. Su muerte esta semana se suma a la lista de 127 personas -85 de ellas niños- que han muerto de inanición en Gaza. «Sus nombres están en una lista que nadie mira. Son sólo nombres y números. Nuestros hijos, a quienes gestamos durante nueve meses y luego dimos a luz, se han convertido sólo en números», lamentó impotente la madre de la pequeña a la agencia AP.

Médicos y organizaciones humanitarias llevan meses denunciando el deterioro de la situación en la Franja de Gaza, en lo que han descrito como una «hambruna masiva provocada por el hombre». El Programa Mundial de Alimentos (WFP) advirtió la semana pasada que un tercio de la población en el enclave llevaba días sin comer, mientras que 90.000 mujeres y niños necesitan tratamiento urgente por malnutrición o morirán. Las imágenes de niños en los huesos, que apenas se pueden sostener en pie por la inanición, han provocado una creciente presión internacional para que Israel afloje el bloqueo impuesto contra la población palestina y permita la entrada inmediata de convoyes con ayuda de Naciones Unidas y otras organizaciones humanitarias. «Esta tregua humanitaria no servirá de nada si no se convierte en una verdadera oportunidad para salvar vidas», advirtió Muneer al Boursh, director general del Ministerio de Salud gazatí. «Cada retraso (en la entrada de ayuda) se mide con otro funeral», añadió.

La noticia de la posible llegada de camiones fue recibida en Gaza con cierta esperanza, al ser la mejor opción logística para la entrega de alimentos, según las organizaciones humanitarias. Hace dos meses, Israel impuso un controvertido sistema de entrega de alimentos -mediante contratistas de EEUU- que buscó reemplazar la distribución de Naciones Unidas. Y, hasta hoy, más de un millar de palestinos han muerto en ataques del ejército israelí cuando intentaban conseguir ayuda en uno de los puestos establecidos por los contratistas. «El deseo de mi vida es poder comer una hogaza de pan y poder darles pan a mis hijos», señaló a AFP, Suad Ishtaywi, de 30 años, durante la espera de los camiones de ayuda.

Precisamente este domingo, los primeros camiones con ayuda cruzaron la frontera desde Egipto hacia Gaza. Imágenes de AFP mostraron una fila de camiones cargados con sacos blancos cruzando la entrada de la terminal de Rafah, que conduce al sur del territorio palestino.

Dado que el puesto fronterizo palestino lleva cerrado más de un año, los camiones se dirigieron al paso de Kerem Shalom, a pocos kilómetros, para ser inspeccionados antes de entrar en Gaza.

«Tenemos que ampliar la ayuda como durante el alto el fuego a principios de año, estamos en una batalla contrarreloj», advirtió Liz Allcock, de la organización humanitaria Ayuda Médica para los Palestinos. «Las autoridades israelíes siguen utilizando deliberadamente la inanición como arma en Gaza. El hambre alcanza niveles sin precedentes, con pacientes y personal sanitario luchando por sobrevivir», advirtió Médicos Sin Fronteras, que ha detectado que uno de cada cuatro niños sufre desnutrición.

Antes de que los camiones humanitarios empezaran a cruzar la frontera, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron de que había comenzado el lanzamiento aéreo de siete palés cargados de alimentos. Uno cayó en el mar y otro sobre una tienda de campaña donde se refugiaba una familia en el norte de la Franja, causando 11 heridos. Shaina Low, del Consejo Noruego para Refugiados, denunció que la gente se estaba «ahogando» al intentar recoger la ayuda que había caído en el agua.

Jordania y Emiratos Árabes Unidos (EAU) lanzaron 25 toneladas de ayuda. Dos aviones C-130 jordanos y otro de EAU participaron en la misión. La operación abarcó varios puntos de Gaza ««para aliviar el sufrimiento humanitario y apoyar a la población» gazatí, según un comunicado del medio jordano, informa Efe.

La televisión estatal jordana informó de que, con la última entrega de ayuda, el número total de lanzamientos aéreos jordanos desde el inicio de la guerra en Gaza llega a 127.

Este método ha sido criticado por las organizaciones humanitarias por ser mucho más costoso y menos efectivo que el envío de ayuda por tierra. «Transportar la ayuda es mucho más fácil, eficaz, rápido, económico y seguro. Es más digno para la población de Gaza», aseguró el director de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, que recordó que «el equivalente a 6.000 camiones» de ayuda espera luz verde para entrar en Gaza. «Sólo se requiere voluntad política para levantar el asedio, abrir las puertas y garantizar la seguridad de los traslados y un acceso digno a las personas necesitadas», añadió.

Por su parte, Hamas denunció que Israel sólo busca «blanquear su imagen ante el mundo» permitiendo el envío de ayuda tras las críticas internacionales por la creciente hambruna que azota el enclave.

Con información de El Mundo / Lara Villalón

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