Desde la llegada del Imperio Español a las tierras de América, hasta los resultados finales de la Guerra de Independencia, de las Leyes de Reforma, o de la Revolución Mexicana, no han logrado generar un modelo económico político, social y cultural que atienda las necesidades humanas históricamente predeterminadas en forma equitativa; por el contrario, se sigue practicando la discriminación de castas sociales, grupos selectos minoritarios utilizan el poder del estado en su provecho y desmesurada perversión humana. Para la Educación hay una política educativa de estado que incluye la perversión en manos de caciques políticos que disminuye todavía más la posibilidad de obtener algún mínimo beneficio social de ella, para la economía hay una teoría económica de estado y controles que permiten la obtención de una taza de ganancia cada vez mayor a favor de los dueños del capital, no es pues el modelo para satisfacer las necesidades sociales, hay una política salarial única, hay un aparato jurídico y administrado para el control de las clases subordinadas, etc. Y aunque se observen o se difundan aparentes equilibrios de gobernabilidad y estabilidad social, en realidad se trata solamente del equilibrio que da el sometimiento y control que ejercen las clases dominantes en poder del estado sobre las amplias masas de población, a las cuales se les despoja de instrumentos de organización, de instrumentos de información acerca del desarrollo social, la lucha de clases, táctica, estrategia, la economía, la economía política, la historia de las ideas, etc. Doblegándolos a partir de los aparatos ideológicos de control del estado.
Pero la desmesura, la ambición el despojo sin límites han ocasionado que amplias masas de población, se conviertan primero como ejército de reserva del trabajo, después como lumpen proletarios, sin empleo ni esperanza de empleo, aunque sí con una migaja en la distribución de la riqueza socialmente producida; y ahora, una masa de población, que se ha salido de control, abandonada por las “clases productivas”, dígase las castas en el poder, los obreros, los trabajadores del campo, la burocracia, los estudiantes, los indígenas, etc., una población sin aspiraciones de nada, como especímenes o entes que sólo luchan por la sobrevivencia, sin ideología, sin memoria histórica, sin acuerpamiento de clases, sin filosofía. Esa multitud que en su desesperación y actuar por sobrevivir ha venido construyendo, sin pensarlo, sin quererlo, con la aplicación de lo que se llama inteligencia colectiva la nueva revolución de facto; la que no tiene reglas, la que golpea contra todos porque todos son sus enemigos, no distingue nada de lucha de clases, para ella eso no funciona. Está fuera de las clases existentes. El proletariado busca el poder para ponerlo al servicio de los trabajadores. El infra lumpen busca sobrevivir, no busca empleo, no hay, no forma parte del ejército de reserva del trabajo. Pero en la búsqueda de su sobrevivencia, en su estampida ha desarrollado con su inteligencia colectiva, la capacidad de adquirir recursos materiales, económicos, bélicos, de confrontación contra quien le salga al paso, incluso contra su mismo cuerpo, No sabe si muere o vive. Y de ahí, de las debilidades de la institucionalidad, de las fortalezas de la urgencia, del desconocimiento de la ética, de las leyes de la guerra y de la declaración de Ginebra, ha venido aprendiendo táctica, estrategia, crecimiento, acumulación de recursos, conquista y abandono de plazas, creación y destrucción de fortalezas, alianzas y división de fuerzas, acción y reacción. A todos confunde, de repente aparece con fuerza local, regional, nacional o supranacional, luego se esconde. Tiene y no fuerza o presencia. Ya está aquí , no se le puede identificar ni medir. Es pueblo.. es lastre. Es mi vecino, es un desconocido, es mi sobrino es mi hijo, es mi hermano…luego son ellos. Antes o luego, fue soldado, profesor, ingeniero, enfermera, licenciado, contador. El régimen , el modelo no lo previó, hoy es vendedor de piratería, mercado negro, prostituta, tianguero correteado, tirador, sembrador, halcón, sicario , contacto, mula, burro, chofer, etc. Son tantos que la civilización ni aquí ni en China los puede eliminar con sus persecuciones o guerras estúpidas sólo los fortalece y los obliga a aprender a sobrevivir con más odio contra todos. Ese infra lumpen ahora ya tiene mucho dinero, armas, capital, conocimiento. Se ha metido al sistema por la puerta de atrás, pero ya está adentro con voz y voto pero por la vía de facto…, como al sistema le gusta, sin urnas, sin fraudes, sin IFE. Sin permiso de nadie. A punta de chingadazos. NO HAY SALIDA… O SE HACE MEMORIA HISTÓRICA Y SE VIVE EN EQUIDAD, IGUALDAD DE DERECHOS, DE RIQUEZA, DE OPORTUNIDADES, DE EDUCACION, ETC., EN LA PAZ O SE HACE EN EL MOTIN, EN LA CONFRONTACION CIVIL GENERALIZADA.
Las clases que cohabitan en el modelo burgués neoliberal dígase burgueses y trabajadores ya no están solos en la escena, hoy los que ni son poseedores ni trabajadores son tantos, que ya emergieron de lo imprevisto, del abuso del sectarismo clasista, de la ceguera del dominante. Ahora ya tiene poder y quizás más que el propio trabajador proletario, que se ha subsumido y ha aceptado las condiciones, porque sobrevive alienado en las reglas del juego de un sistema que sin embargo lo oprime, lo domestica lo hace comparsa necesario y cómplice histórico.
El infra lumpen no conoce ni respeta ni a unos ni a otros, son esos que se les llama desempleados crónicos, que durante centurias se mueren de hambre, y que en muchos países como Haití, Tanzania, y muchos más, mueren millones por inanición, desorganización, etc. Ante la vista gorda de los jefes de sus estados y sus cómplices por acción u omisión las clases “trabajadoras” con todo y sus sindicatos y partidos políticos electorales. En México eso quisieran los componentes productivos, ver morir a los 47 millones de personas que viven en la pobreza o a los 20 millones de personas que mueren en la extrema pobreza. Pero no ocurre así. Los sin trabajo, sin opciones, sin patria sin perro que les ladre, son tantos que se convirtieron en una tercera clase. Sólo que hoy ya tienen dólares, armas y recursos materiales para abrirse paso en la historia. Sin reglas del juego, sin presencia en las leyes, de facto. Están en guerra generalizada y sin cuartel.
Aquí están cogobernando, cobrando peaje, plazae impuestos, extorsionando, secuestrando, saqueando, etc. Igual (-o en sociedad-) que la alcurnia de la delincuencia organizada dígase-funcionarios públicos, banqueros, jefes y subjefes militares y policíacos, caciques sindicales y narco-empresarios. La diferencia es que éstos son parte del modelo institucional; aquellos están fuera.
Las actuales circunstancias no reclaman reformas, para eso el tiempo se ha agotado; hoy urgen los cambios estructurales, de modelo, nos guste o no. De lo contrario, como lo estamos viendo, de todos modos el dislocamiento del modelo está en marcha.
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