El ajedrez es un juego milenario que además de requerir de una gran destreza y agilidad mental, proporciona a sus jugadores diversos beneficios a la salud.
Así lo afirmó Iván Ezequiel Niño González, presidente de la Asociación de Ajedrez UNAM, a través de un comunicado a propósito del Día Mundial del Ajedrez, que se celebra el 20 de julio.
“Todos deberíamos aprenderlo porque nos ayuda a la memoria, a sistematizar ideas, a tener organización y disciplina, a respetar reglas, a tener conexión con todo tipo de personas y a entender que en este juego no participa el azar para ganar o perder, solamente la propia responsabilidad”.
Las aportaciones son diversas y están presentes en todas las etapas de la vida, incluida la niñez y la vejez. Por ejemplo:
Niñez
– Aporte formación educativa.
– Ayuda a aprender matemáticas (numerosos jugadores profesionales son matemáticos, físicos, químicos o ingenieros).
– Tener conexión con otras personas y socializar.
– Ganar confianza en uno mismo.
Etapa juvenil
– Incrementa las amistades.
– Fomenta el deporte y la competencia.
– Socialización ya que es un juego plural.
Edad adulta y vejez
– Evita o retrasa enfermedades como el Síndrome de Alzheimer y cuestiones psicomotoras.
– Fomenta la comunicación y la memoria.
– Estimula la confianza motivada por la destreza, aunque se tenga algún problema físico.
– Evita que las personas estén retraídas ya que se mantienen en activo con la mente trabajando.
“En todas las etapas de la vida ayuda a la memoria, a sistematizar las ideas, a tener disciplina, ser organizados y respetar las reglas, así como a ser responsables, pues en el ajedrez no influye el azar o condiciones externas como en otros deportes, sino que eres solamente tú y tu responsabilidad, tus decisiones para ganar o perder”, detalla Niño González.