Wuhan, epicentro del virus, se aísla para contener la epidemia

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La metrópolis de Wuhan con 11 millones de personas, en el centro de China, donde se sitúa el origen del nuevo coronavirus que ya ha provocado nueve muertes en el país, se ha aislado del mundo con la esperanza de detener la epidemia.

La gran mayoría de los 440 casos de contaminación por este nuevo virus, de la misma familia del SRAS, fueron registrados en esta ciudad, auténtico centro de comunicaciones situado a orillas del río Yangtsé.

La epidemia fue detectada por primera vez el mes pasado, en un mercado de abastos de la ciudad. Nueve personas murieron desde entonces, y los científicos temen una mutación y una propagación del virus.

Tras haber ignorado la enfermedad durante semanas, los habitantes reaccionaron súbitamente estos últimos días y sacaron las máscaras protectoras, según explicaron a la AFP varios residentes, contactados desde Pekín.

“El miedo realmente aumentó desde el lunes, cuando revelaron que la gente podía contagiarse entre ellos”, relata Melissa Santos, una estudiante dominicana instalada en Wuhan desde 2018.

En una rueda de prensa en Pekín, el viceministro de la Comisión Nacional de Salud de China, Li Bin, sugirió que los habitantes no salieran de la ciudad.

Se han instalado detectores de fiebre en las estaciones y el aeropuerto. En las carreteras, se mide la temperatura corporal en los puestos de control, y los viajes organizados en autocar no pueden salir de la ciudad.

La policía también controla la presencia de animales salvajes y aves en los vehículos que entran y salen de la ciudad.

En el mercado de abastos donde surgió la epidemia se vendían de forma ilegal animales salvajes, declaró el miércoles el director del Centro Nacional de Control y de Prevención de Enfermedades, Gao Fu. No precisó sin embargo si estos animales eran el origen del brote.

En dicho mercado, dedicado principalmente al marisco, se podía encontrar una variada selección de mercancía, desde lobatos a civetas, según informaciones que aparecieron en los medios chinos.

En una lista de precios que circulaba en las redes sociales chinas de un puesto del mercado se podían ver todo tipo de animales o de productos derivados a la venta: zorros, cocodrilos, lobatos, salamandras gigantes, serpientes, ratas, pavos reales, puercoespines… Hasta 112 tipos.

“Recién cortados, congelados y entregados en su casa”, se podía leer en la lista del vendedor.

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