Triste la situación de los niños en la costa

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Padres de familia de la escuela primaria “Venustiano Carranza” se quejan de la pésima calidad educativa que reciben sus hijos

Por Pedro Amparo Medina

Para el hijo de Sonia, un niño de apenas 9 años de nombre Ismael, es otro día de paso por la escuela primaria “Venustiano Carranza” en el poblado de Palmar de Cuautla, la cual tiene unos maestros que dejan mucho que desear en cuestión educativa, según la gran mayoría de los pobladores.

La madre de este niño que a diario se levanta muy temprano para arreglar las cosas de él y de su hermana que también está en edad de recibir educación primaria, comenta que en su mayoría las madres de familia se quejan de la educación que reciben sus hijos, quienes les tocó la mala fortuna de estar en este lugar y tener esta clase de maestros.

Es conocido por todos en el lugar que casi todos los maestros no tienen vocación para enseñar a los niños, ya que desde el inicio de semana llegan tarde y desde que llegan se la pasan “chacoteando” y platicando entre sí de lo que vivieron el fin de semana anterior y así hasta llegar a media semana con lo mismo. Para finales de semana es el planear qué harán en el fin de semana siguiente, y así todas las semanas; y los niños, bien gracias, los que tienen suerte les enseñan a medio leer, sumar, restar y multiplicar y los que no, su maestro los pone a dibujar y de esta manera “mata” el tiempo que es de 8:30 a 11:30. Porque tienen que regresarse a su lugar de origen y el camión que los trae a diario llega a las ocho y mientras desayunan ya pasó media hora, y para salir tienen que irse a las 11:30 porque el camión a esa hora se va y no quieren irse en el último, que se va hasta las 2:30 de la tarde.

La verdad ya estamos cansadas de que cada año es lo mismo, los inspectores que visitan la escuela, se hacen de la vista gorda y no dicen nada, porque los maestros están listos para invitarlos a comer un pescadito y unos camarones, para que no se quejen de las anomalías que ven”, comentó la señora Sonia.

Por su parte María Luisa, otra madre que no está de acuerdo a la forma que se le imparten clases a su hija, dice “es una cosa desesperante ver que los niños se adaptan fácilmente a la forma de trabajar de los maestros “flojonazos”, ya que aunque le preguntamos a nuestros hijos, ellos no dicen nada, aunque nosotros vemos que no avanzan, porque uno a veces les hace preguntas y ellos no saben contestar, para nosotros es algo frustrante, porque pasa el tiempo y cada año es lo mismo, la gente que le toca ponerlos a trabajar ni cuenta se da, porque nadie se queja allá en Tepic”.

Este es un ejemplo de muchos que pasan en un poblado alejado del municipio de Santiago Ixcuintla, el cual aparte de estar en el grave problema de desaparecer, por la fuertes envestidas de las aguas del Océano Pacífico, como es obvio este lugar no tiene el suficiente apoyo por parte de las autoridades educativas, por un lado la lejanía de la cabecera municipal y otra por la apatía de la gente, que al ver el desamparo se vuelve y evade el problema.

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