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Pueblos originarios demandan desarrollo integral y reiteran: no a la presa Las Cruces

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Por unanimidad, representantes de pueblos originarios rechazaron la construcción de Las Cruces en sus territorios, por no haber sido consultados y obstaculizar su desarrollo integral. Acuerdan echar mano de todo recurso de comunicación, así como herramientas políticas y jurídicas para hacerle frente al cuarto proyecto hidroeléctrico en territorio nayarita.

En reunión plenaria, náyeri, wirrárika y mexicaneros reiteraron su negativa y se pronunciaron porque el gobierno les provea de progreso vinculado con aspectos socioculturales, respeto a su cosmovisión y programas educativos incluyentes.

De construirse la presa inundaría alrededor de 4500 hectáreas de tierra, incluyendo sitios sagrados. Los derechos violentados están en el 1 y 2 constitucionales y los tratados internacionales, entre ellos el Convenio 169 de la OIT.

Al respecto, el delegado de Semarnat, Roberto Rodríguez Medrano,  no descartó la posibilidad que pudieran iniciarse procedimientos de inconformidad o manifestaciones en contra de la resolución.

Al encuentro celebrado en la sierra de Nayarit, acudieron wirrárikas, náyeris, mexicaneros y ñapués (mestizos) de Durango, Jalisco y Nayarit, así como pescadores costeños, además de representantes de organizaciones civiles y ambientalistas que rechazan la construcción de la hidroeléctrica argumentando daño irreversible a marismas nacionales.

Los acuerdos a los que llegaron son cinco: el primero es la total negativa a la construcción de la presa. En segundo lugar exigen al gobierno y a la CFE respeto a los lugares sagrados y centros ceremoniales de los pueblos náyeri y wirrárika. En tercer lugar advierten que no negociarán la reubicación de sitios sagrados  o “refuncionalizarlos” como los nombra la Comisión Federal de Electricidad en su proyecto. En cuarto lugar se comprometen a fomentar la unidad de los pueblos afectados y finalmente que toda la información generada en la asamblea sea publicada y difundida.

El 26 de octubre la Semarnat dio a conocer la autorización, imponiéndole reservas, entre otras, que la CFE queda obligada a preservar Marismas Nacionales y el actual flujo hidrológico del río San Pedro, además deberá aplicar estudios rigurosos y periódicos de arrastre de sedimentos en suspensión y pesados, además de cumplir  antes, durante y después todas las condicionantes.

Las Cruces, ubicada en límites de los municipios de Ruiz y Rosamorada, tendrá una capacidad de generación media anual total de 801 GWh. La cortina principal con 176 metros de altura. La construcción se proyecta a 51 meses, con un costo aproximado de 576 millones de dólares, mediante el esquema de obra pública financiada.

El río San Pedro, es de los últimos sin represar en México, desemboca directamente en el mar y proporciona agua dulce al ecosistema Marismas Nacionales, Reserva de la Biósfera y sitio Ramsar, por su gran importancia ecológica. /Angélica Cureño/ Reportera

Los núcleos agrarios que se verían afectados directamente serían las comunidades agrarias e indígenas de Rosarito y San Juan Corapan, en el municipio de Rosamorada ; San Pedro Ixcatán en el municipio de Ruiz y  San Blasito y Saycota en el norteño municipio de Acaponeta.

La presa Las Cruces inicialmente se presupuestó en 7,900 millones de pesos. Hoy las últimas cifras rondan los 12,000 millones, debido a los cambios hechos al proyecto original.

 

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