“¡Logramos descarrilar la ley Korenfed!” dijo la Tribu Yaqui a su paso por Tepic.
Pueblos originarios de Nayarit se suman a la Caravana Nacional por la Defensa del Agua, el Territorio, el Trabajo y la Vida, haciendo un llamado a impedir que el río San Pedro, único libre en México, sea represado por la CFE con la hidroeléctrica Las Cruces, la cuarta en la entidad.
El camión de la Tribu Yaqui llegó a la cabecera municipal de Ruiz el jueves y el viernes viajaron a Tepic en donde dieron conferencia de prensa, acudieron a la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN) y se reunieron con trabajadores del gobierno en las instalaciones del SUTSEM.
Integrantes de la caravana que paró en Nayarit –una de las cinco rutas que visitarán 75 ciudades antes de llegar a la Ciudad de México- expusieron la problemática que vive el pueblo yaqui por la defensa del agua, y el acoso y persecución de que son víctimas.
En las diferentes ponencias, alertaron que después del 7 de junio, día de las elecciones, el Congreso de la Unión podría aprobar la nueva ley de aguas o “ley Korenfeld” la cual tiene claros rasgos de estar diseñada para facilitar a empresas privadas la extracción, acumulación y aprovechamiento del agua (inclusive la lluvia) en detrimento de los usuarios, a quienes –contrario a la constitución-se les dotaría de 50 litros por día y se le fijaría un costo; entre otros alcances negativos.
César Cota Tórtola, Capitán y representante de uno de los ocho pueblos yaquis de Sonora reclamó el derecho a seguir habitando la tierra de sus antepasados, el derecho al uso racional y sustentable del agua y el rescate de usos y costumbres, así como la liberación de tres activistas, encarcelados por defender sus derechos.
En su intervención Julián López Cánare, integrante del Consejo Indígena Náyeri, se refirió a las reformas a once leyes “con muchas afectaciones; no son para beneficiar a la clase obrera o campesina, son para facilitar la entrada de megaproyectos.”
Y agregó “Tenemos un proyecto de vida que no encaja con los megaproyectos” añadiendo que el proyecto hidroeléctrico de Las Cruces sobre aguas del río San Pedro –de realizarse- afectará en lo físico, material, la biodiversidad y “directamente a nuestra cultura, espiritualidad; nos quitan espacios que son nuestro sustento.”
Dijo que “esto vendría a acelerar el etnocidio de nuestra cultura; se sigue dando esta invasión de a pedacitos, en 4,500 hectáreas.” Agregó que en territorio nayarita también hay planes para explotar indiscriminadamente la extracción de metales, en un radio de 20 hectáreas por cada mina.
En conjunto, se pronunciaron por la defensa de los bienes comunes, agua, territorio y “todo lo que hay sobre él” por una identidad no impuesta y por impedir que a través de la ley se abra la posibilidad de favorecer intereses particulares sobre los recursos naturales del país “no es una negociación la construcción de la presa.”
En breve intervención, el investigador Pedro Moctezuma, representante de la Coordinadora Nacional Agua para Todos, agua para la Vida, e integrante del grupo que presentó la iniciativa de ley ciudadana del agua, con una propuesta equitativa y sustentable, enfatizó que “México está a la cola del rescate de ríos” y aseguró que “el territorio nacional está sembrado de megaproyectos” concluyó. / Angélica Cureño/ Reportera
