PRD: retos y oportunidades

lectura de 6 minutos

Publicado en Reforma
18 Sep. 12


Por Guadalupe Acosta Naranjo

La determinación de AMLO de convertir a MORENA en partido político plantea al PRD grandes retos, pero mayores oportunidades.

A) Los retos.

1. Se va nuestra principal figura carismática y electoral de los últimos 12 años.

2. El PRD se cimbrará -no tanto como el PT y MC. Algunos dirigentes y militantes seguirán a AMLO, y una parte de nuestro voto también emigrará. Hay que esperar para ver de qué tamaño será el fenómeno.

3. Arreciarán críticas, ciertas o no, sobre el proceso de burocratización del PRD; del mal funcionamiento de sus corrientes; de la deficiente institucionalidad de nuestros órganos; del cierre de oportunidades a quienes, siendo militantes, no están en una corriente; de nuestro alejamiento con la intelectualidad y clases medias; del corporativismo; de las fallas de nuestros gobiernos; de la poca elaboración teórica y la falta de propuestas programáticas serias en algunos temas; del alejamiento de las causas de los movimientos sociales, etc. Lo hará, entre otros, MORENA, con el fin de deslindarse de esta parte negativa y para decir que esos vicios no se reproducirán con ellos, algo que está por verse, pues han sido parte de los mismos.

4. El PRD tendrá un nuevo y más fuerte competidor en el campo de la izquierda, mayor de lo que hasta ahora han sido el PT, MC y los partidos socialdemócratas ya desaparecidos. Pero además agresivo y beligerante contra el resto de las opciones, debido a la poca cultura democrática e intolerancia de muchos de sus militantes. Nos disputarán el mismo electorado y dirán con fuerza: “Quien no sigue a AMLO es traidor”.

5. Intentarán generar la percepción de que el PRD se vacía para seguir a AMLO, aunque no sea cierto.

6. La izquierda se divide. Así es visto y así es en la realidad.

B) Las oportunidades.

1. El próximo año habrá elecciones en la mitad del país; el PRD participará, MORENA no. Ellos estarán en un proceso interno, nosotros en la oportunidad de enfrentar y derrotar electoralmente al PRI con una adecuada política de alianzas que establezca escenarios plebiscitarios, donde el partido en construcción no será protagonista. Y, con dicha estrategia, se ganarán muchas plazas en el país.

2. Mientras AMLO estará en un largo y desgastante proceso que culminará en agosto del 2014, nombrando direcciones locales con personas difíciles de conciliar, nosotros tenemos la posibilidad de refundar al PRD, utilizando métodos que acentúen nuestro perfil colegiado y democrático, mismo que él no puede ofrecer porque no cree en ellos. Por supuesto, lograr esto último necesitará de la voluntad política de la mayoría de los actores del partido.

3. El impulso decidido y sin titubeos del PRD a grandes acuerdos políticos, económicos y sociales, a través de la lucha parlamentaria. Para Andrés esta vía no es la correcta, no la comparte.

4. La consolidación de nuestros gobiernos. La inmensa mayoría de las administraciones de la izquierda tienen identidad con el PRD y éste es el partido que mejor puede cobijarlas. Es importante fortalecerlas y también difundir sus logros para promoverlos en otros lugares y dejar establecida en la opinión pública una mejor forma de gobernar.

5. Nuestro programa y propuesta es y debe seguir siendo superior. Para poner un ejemplo, AMLO condiciona el reconocimiento de derechos, como el de la mujer a decidir sobre su cuerpo o el de personas del mismo sexo a contraer matrimonio, al resultado de un referéndum. Lo mismo ocurre en el tema de régimen político. Él quiere un sistema presidencial fuerte y no oculta su desdén por el Congreso, mientras que el PRD impulsa formas parlamentarias que asumen a la pluralidad como base de la gobernabilidad.

6. Los partidos de la izquierda ya no promoverán, incluso por cuestiones de ley, a MORENA en sus spots de radio y televisión. El PRD debe aprovechar esos espacios en los medios electrónicos para difundir sus propuestas y una imagen de izquierda moderna, incluyente y constructiva.

El PRD debe encontrar una forma para coexistir en su pluralidad, de suya valiosa, con normas que le den estabilidad y venza la inercia de la pugna entre corrientes. Pero el arreglo interno no resuelve los problemas del país. Es preciso dirigir sus fuerzas hacia la propuesta política y el convencimiento de los ciudadanos, identificando los temas prioritarios de la agenda.

El PRD seguirá procurando la unidad electoral de las izquierdas (debemos ir con un solo candidato en 2018), al tiempo de fortalecerse como una opción responsable y útil a México.

El autor es ex presidente del PRD.

Recientes