La defensa de los lugares sagrados de Huicholes y Coras que serán dañados con la construcción de la presa Las Cruces en la entidad no ha tenido éxito porque a sus protectores les falta acercarse al gobierno estatal. El asunto se ventila en otras instancias y en los medios de comunicación.
Los centros sagrados se pueden salvar sin la afectación del proyecto hidroeléctrico porque se les puede reubicar sin ningún problema. Para el traslado nada más se requiere que cante el Marakame.
Los lugares ceremoniales son defendidos por intereses ocultos que representan las personas que encabezan las protestas, asegura el coordinador de Asuntos Indígenas del Gobierno estatal, Lino Carrillo Carrillo.
La dificultad será investigada por las autoridades correspondientes con el fin de que el problema ya no trascienda, dice el entrevistado.
[soundcloud url=”http://api.soundcloud.com/tracks/48901998″ params=”show_comments=true&auto_play=true&color=910900″ width=”100%” height=”81″ iframe=”false” /]