Pandemia y la inflación empeoraron el hambre en el país

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Desde 1979 la Organización de las Naciones Unidas instituyó, por iniciativa de la FAO, que cada 16 de octubre se conmemoraría el Día Mundial de la Alimentación.

Para nuestro país, esa fecha representa un fuerte recordatorio de que, en los últimos años, lejos de tener mejorías, las condiciones de malnutrición en el país se han agudizado, y es un hecho que tanto la pandemia y en fechas más recientes, la inflación, han provocado una profundización aún mayor de la problemática.

De acuerdo con la medición multidimensional de la pobreza del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en 2020 había 22.5% de la población nacional en condiciones de vulnerabilidad por carencia de acceso a una alimentación nutritiva y de calidad, un indicador que es prácticamente igual al de 2018, cuando se ubicó en 22.2 por ciento.

Esto en el contexto de un incremento de dos puntos porcentuales en la proporción de personas en condiciones de pobreza, la cual creció de 41.9% a 43.9 por ciento.

En números absolutos, el porcentaje señalado de personas en vulnerabilidad por la carencia señalada significa un incremento de 27.5 millones de personas a 28.6 millones de personas entre 2018 y 2020.

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