Los perredistas Guadalupe Acosta y Fernando Belaunzarán, señalados por el CEN del PRD de “indisciplina institucional” hicieron pública la carta entregada al Comité asegurando que la dirigencia pretende un juicio político en su contra, antes que reestructurar la vida interna del partido.
En opinión de Naranjo y Belaunzarán México padece un proceso de regresión autoritaria, manifiesto a través de intromisión de gobernadores en las elecciones, infiltración en partidos de oposición para ganar elecciones de Estado; ante lo cual proponen una estrategia de frente amplio opositor para el 2018 para vencer al PRI.
La mañana de este 29 de marzo, Naranjo y Belaunzarán en conferencia de prensa adelantaron que acudirán al llamado del Comité Nacional para cuestionarlos acerca del caso de Chihuahua y la propuesta que defendieron.
En el escrito difundido a través de redes sociales ambos enfatizan cinco aspectos. Se deslindan del proceder de los diputados del Estado de México –también citados – que aprobaron la polémica “Ley Atento”. “Mostraron sometimiento a Eruviel Ávila y un abandono de nuestra línea programática (…) A ellos los citan por servir a un gobernador autoritario, incapaz y corrupto; a nosotros por querer combatir a uno igual o peor.”
En segundo término rechazan ser responsables de “falta de disciplina institucional”, cuando es lo que ha privado en el Comité Directivo “algo tan evidente que hasta el TEPJF acaba de recriminarlos por eso” -y añaden- “Se llega al extremo de que sus resoluciones sean frecuentes monedas de cambio en las negociaciones entre grupos.”
A continuación evidencian que, pese al momento de crisis poselectoral del PRD el año pasado, “las tribus”, en particular nombran a ADN, anteponen intereses de unos cuantos antes que el bien de la sociedad y el de partido.
“Siguen privilegiando la lucha interna y por eso no se atreven a enfrentar en serio y polarizar con el PRI, pues quieren que sus gobiernos les ayuden a dirimir a su favor la contienda por la dirección del partido el próximo año” añaden.
A continuación, con el caso Oaxaca, ejemplifican los logros de las alianzas opositoras “Se les olvidó el movimiento social que dio nacimiento al PRD, el cual surgió a raíz de la ruptura de la Corriente Democrática que no aceptó el dedazo del Ejecutivo que impuso a Carlos Salinas.”
En cuarto lugar abordan el caso Chihuahua, en donde Acosta Naranjo y Belaunzarán Méndez apoyaron al candidato del PAN, desobedeciendo a la dirigencia de impulsar al candidato del PRD.
“Resulta inexplicable que pactáramos alianzas amplias con el PAN en cinco entidades y no vayamos también en Chihuahua”, aún en contra de la voluntad del presidente nacional, Agustín Basave, (…) La trayectoria de Corral y las coincidencias programáticas que tenemos con él son muy buenas razones para apoyarlo.
Y añaden un párrafo aclaratorio: Digamos las cosas como son: la estrategia decidida por el CEN y el Comité Estatal de Chihuahua, conscientemente o no, ayuda a la continuidad autoritaria del priísmo en esa entidad, no obstante existir un candidato opositor que sí tiene posibilidades de triunfo y que representa el cambio democrático: Javier Corral.
Asimismo lanzan una pregunta directa al CEN del PRD ¿Somos oposición o somos comparsa? Recordándoles que en el Congreso Nacional establecieron que el adversario principal y estratégico sería el PRI “Nosotros queremos que se cumpla cabalmente esa definición meridiana de nuestro máximo órgano de dirección y no admitimos simulación” enfatizan.
De acuerdo a esa resolución, ambos, Naranjo y Belaunzarán, se declaran “promotores de la construcción de un gran frente opositor rumbo al 2018” cuando sean las elecciones para Presidente de la República.
Para concluir la carta recibida en el CEN, expresan lo que podría tomarse como un “avance de negociación” antes de comparecer en días próximos:
Por lo pronto, aquí presentamos una propuesta que recuerda la histórica declinación de Heberto Castillo por Cuauhtémoc Cárdenas: Que en Chihuahua, Zacatecas, Oaxaca, Tlaxcala, Sinaloa y otros estados que considere la dirección nacional se promuevan acuerdos entre candidatos opositores, desde el PAN hasta Morena, incluyendo a sociedad civil, para que a fines de abril o principios de mayo se den declinaciones de facto a favor del mejor posicionado en las encuestas, bajo el compromiso de conformar gobiernos de coalición que establezcan la normalidad democrática y medidas de justicia social. Preámbulo de la gran alianza que debemos conformar en el Estado de México el próximo año. ¿O quieren contribuir a que el PRI vuelva a ganar ese estado caminando como en 2011? El gobierno de la república está rebasado por los problemas, carece de rumbo y está hundido en el descrédito, buena coyuntura para polarizar electoralmente con el oficialismo. Elevemos la mira, el PRD y las fuerzas democráticas pueden disputar la nación en la próxima elección presidencial. Si tenemos eso en mente nos daremos cuenta que en todos los aspectos es mejor que pelearse salvajemente por el control y la “interlocución con el gobierno” de un partido que se dirige a la marginalidad.
Por último ,reiteran la exigencia que la comparecencia sea abierta y pública. /Angélica Cureño/Redactora
