La violencia también se puede combatir con el arte: Martha Ruiz

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La gente tiene ganas de aprender de las artes, es necesario que se abran más espacios para el teatro, porque con el arte se puede combatir la violencia; y para una sociedad deprimida lo mejor es la risa. Esta es la opinión de Martha Ruiz, actriz y formadora de teatro social, también llamado “del oprimido”.

Interesada en las relaciones humanadas y la armonía individual, Martha Ruiz Rodríguez, organiza y participa de talleres para estudiantes y adolescentes con temas específicos: agresividad perspectiva de género y noviazgo violento.

“En Nayarit hay gran necesidad del teatro, y de cultura en general” dijo convencida asegurando que hacen falta espacios para la cultura, para la reflexión, no limitado por el poder adquisitivo, la “cultura debería llegar a todo el mundo” agregó.

En corta estancia en su natal Tepic, Martha desarrolla un proyecto relacionado con payasos en  conjunto con el también actor Ferrol Barbena, al tiempo que imparte talleres “esta sociedad necesita personas que confíen en sus capacidades” agregó.

Al respecto, el teatro del oprimido pretende empoderar a las personas, y a través de las puestas en escena encontrar alternativas, devolverles la confianza, de igual forma funciona para contrarrestar la cultura mediática, la televisiva.

El teatro social, también se refiere a dotar de herramientas emocionales a personas privadas o impedidas de ejercer sus derechos, ya sea por la sociedad, la familia, inclusive la pareja sentimental.

En Tepic, Martha ha trabajado para la prevención de relaciones violentas en jóvenes “lo propuse porque es una sociedad machista” explicó. Este mismo trabajo lo ha llevado a cabo en Barcelona, España, con migrantes africanas víctimas de violencia de género lo hice “al darme cuenta de cómo el teatro genera una reflexión y abre el criterio para que las chica se cuestionen si lo que tienen es lo que se merecen en su vida”  dijo.

Las artes escénicas, comentó,  tiene una función relevante en la revaloración de las mujeres; cuando externan sus problemas, trabajan en grupo y lo llevan al escenario para presentarlo a otras mujeres y públicos. “Aunque no se animen a participar directamente o tomar el lugar de la protagonistas, están todo el tiempo reflexionando.”

La actriz y tallerista opina que “el teatro social tiene la intensión de transformar, es participativo, en donde todo el mundo puede ser el protagonista” y eso lo hace accesible para cualquier persona. De ahí que diga que es una herramienta útil en este momento de dificultades para México.

Las opresiones no solo son externas, sociales o culturales; las opresiones, sobre todo, son internas “el miedo es el opresor mayor” que no permite avanzar y agrega “las opresiones se acaban en el momento que decidimos cambiar.”

Martha Ruiz es de la idea que deberían recibir clases de actuación en la educación media como una materia más, incluso a maestros, promotores sociales, “porque no se trata de formar necesariamente actores, se trata de abrir espacio a la reflexión, para formar un criterio.”

El teatro, además, tiene la virtud de preparar a la personas para la vida, se pueden expresar mejor, son más seguras, son críticos propios, y potencian capacidades creativas, “el teatro te da herramientas para la vida” añadió.

Fuera de México, Martha Ruiz se capacitó en el Estudis de Teatre de Barcelona, con pedagogía de Jaques le Coque (teatro gestual y con base en la expresión corporal), de esta experiencia se desprende su interés en los problemas que aquejan a México.

Asegura que el mejor diseño de políticas públicas y habilitación de espacio para artes y cultura daría a las y los habitantes de Nayarit mejor calidad de vida. “También nos hace falta reír, es la gran medicina, además de que nos cura nos conecta con la vida. A una sociedad deprimida le va bien la risa, lo mismo que a una sociedad inconforme. Un buen espectáculo puede hacer pensar en la alegría y sencillez de la vida” concluyó. /Angélica Cureño/Reportera

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