En esta “casa del horror” de Nigeria torturaban jóvenes

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*500 jóvenes que fueron violados y torturados fueron rescatados por las autoridades en una escuela religiosa ubicada en Kaduna, Nigeria.

Las torturas y violaciones sufridas por varios centenares de jóvenes en una escuela coránica de Nigeria han puesto al descubierto la situación de estos centros educativos islámicos, que escapan muchas veces a los controles de las autoridades.

El pasado jueves, en Kaduna, al norte de Nigeria, la policía descubrió más de 300 niños y jóvenes de diferentes nacionalidades encerrados y encadenados. La prensa bautizó el lugar como “la casa del horror”.

Los responsables del lugar, una especie de reformatorio, les obligaban a vivir en “condiciones inhumanas y degradantes con el pretexto de enseñarles el Corán y reencauzar” sus vidas, explicó el portavoz de la policía del Estado de Kaduna, Yakubu Sabo.

Los jóvenes fueron encontrados encadenados a barras de hierro, atados de pies y manos, con los cuerpos llenos de moratones y cicatrices. Otros aseguraron que habían sido violados.

“Si intentabas huir y te descubrían, te colgaban, te encadenaban”, explicó Abdalá Hamza, una de las víctimas.

Las escuelas islámicas privadas, llamadas Almajiri, abundan en el norte de Nigeria, una región fundamentalmente musulmana, pobre y abandonada en gran parte por el Estado.

Las autoridades estiman que hay unos nueve millones de alumnos en este tipo de centros y Kaduna representa lo peor del sistema.

En un comunicado, el presidente Muhammadu Buhari, él mismo un musulmán de esta región del norte de Nigeria, calificó la escuela coránica de “casa de tortura y centro de esclavitud”.

“Para poner fin a estas prácticas generadoras de violencia contra los niños nuestras autoridades religiosas y culturales deben trabajar junto a los gobiernos regionales y locales para denunciar estas situaciones y hacer que cesen estas violencias que son conocidas pero han sido descuidadas por nuestra sociedad desde hace años”, agregó.

Sin embargo, la presidencia no anunció ninguna medida concreta para prohibir este tipo de escuelas que están fuera de su control.

Por su parte, los defensores de estos centros afirmaron que ofrecen a las familias con pocos recursos unos servicios que el Estado es incapaz de suministrar, como la educación

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