Desaseo, omisiones e inconsistencias en proyecto Las Cruces de la CFE

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La reunión pública, efectuada en San Pedro Ixcatán, dejó en evidencia que la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del proyecto hidroeléctrico Las Cruces propuesto por la CFE tiene imprecisiones, datos erróneos, nombres equivocados, análisis incompletos, inconsistencias, textos repetidos y hasta un “copy-paste” de internet.

Se comprobó que el plan de la Comisión Federal de Electricidad carece de análisis riguroso de afectaciones ambientales y socioeconómicas, no hay precisión en el impacto ambiental y los grupos étnicos no fueron consultados ni tomados en cuenta. “Nosotros vemos que es un proyecto altamente ineficiente y con alto riesgo ambiental y socioeconómico.” dijo uno de los ponentes.

La reunión pública de información fue promovida por representantes indígenas, comunidades que serán afectadas en su patrimonio; agricultores, mujeres, pescadores, asociaciones civiles, investigadores y organizaciones internacionales.

El encuentro fue organizado por la Secretaría del Medio Ambiente; destacando que se llevara a cabo, dado que en la evaluación y autorización de las tres hidroeléctricas ya construidas en territorio nayarita se ignoró este procedimiento reglamentario. Para argumentar, se registraron 66 oradores, la mayoría con evidencias en contra de represar el río San Pedro Mezqutal, único con cauce libre en el país.

Quienes manifestaron desacuerdo, expusieron el desaseo en la elaboración del proyecto, evidenciaron omisiones y  mostraron inconsistencias en los datos y cifras, sobre todo en aspectos ambientales, de impacto social, cultural y religioso.

Varios fueron los ponentes que mostraron como evidencia textos repetidos, errores en números, nombres cambiados de animales o plantas, metodología inadecuada para obtener resultados y hasta se encontró un texto copiado del internet al que faltaron referencias bibliográficas.

Los datos de impacto más recurrentes fueron a marismas nacionales, manglares y humedales, las que se dijo recibirían daño irreversible y de consecuencias no previstas; en forma reiterada se habló de los materiales de arrastre y sedimentos que acumularía la cortina provocando falta de nutrientes en las tierras productivas.

Julián López Cánare, portavoz del Consejo Indígena náyeri (cora) fue el primero en hacer un llamado al respeto a las etnias, su cultura y lugares sagrados, los cuales propone la CFE (Comisión Federal de Electricidad) “reubicar” como si fueran inmuebles. Por otra parte, Marcelina López de la Cruz reclamó en nombre de la etnia wixarika (huichol) que no los hubieran consultado antes, conforme a sus usos y costumbres y en su lengua.

La región en donde se proyecta el embalse y cortina de la hidroeléctrica está habitado por población indígena, en una proporción superior al 60%, en términos generales presentan altos y muy altos índices de marginación; cerca del 43% se dedica a la agricultura, un porcentaje similar a la captura de camarón, ostión y peces y menos a la silvicultura o al turismo.

La construcción, proyectada para cinco años de obra y  con un costo próximo a los 8,000 millones de pesos, serviría solo para  generar el 0.1 % de energía eléctrica en la región centro occidente operando efectivamente solo cuatro mese al año, por lo que se considera que su construcción no justificaría ni el daño ni el costo.

Ernesto Bolado, representante de SuMar, dijo que el río San Pedro Mezquital actualmente genera 1,290 millones anuales por agricultura, pesca, turismo y ganadería, cantidad que no redituaría la presa las Cruces “nosotros vemos que es un proyecto altamente ineficiente y con alto riesgo ambiental y socioeconómico” dijo el también comunicador ambientalista.

La Hidroeléctrica afectaría directamente a los municipios de Ruiz, Rosamorada, La Yesca y Tecuala,  a 21 núcleos agrarios, 28 localidades, tres grupos indígenas con 17 centros ceremoniales y sitios sagrados, e indirectamente a un número no precisado de comunidades, especies, tierras y aguas mar adentro.

A la reunión acudieron observadores de Derechos Humanos, el Consejo Intercomunitario del Río San Pedro, el Consejo Indígena Náyeri, Nuiwari, proyecto de intervención ambiental; Grupo de Opinión Sentipensante, SuMar Asociación, también la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA) y el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda).

Opositores a la hidroeléctrica dijeron que la Comisión Federal de Electricidad quebrantó el derecho de acceso a la información al no haber realizado la consulta previa a comunidades indígenas, como lo estipula el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), lo que sería motivo suficiente para invalidar el proyecto y dejarlo sin efecto.

Los resultados de la reunión pública quedarán integrados para su valoración a la Manifestación de Impacto Ambiental que estará en proceso de evaluación hasta mediados de marzo, posteriormente se dará a conocer si es aprobada o por el contrario es rechazada la construcción de la presa las Cruces, de acuerdo a los lineamientos de la Semarnat. /Angélica Cureño/ Dominio Público

 

 

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