Aliviar con risas, la mejor medicina para pequeñines hospitalizados

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Entrenados en un taller de risoterapia, aproximadamente 40 jóvenes de Tepic, dedican parte de sus domingos a “curar” con sonrisas a niñas y niños hospitalizados, y de paso regalan esperanza a los familiares tristes, estresados o angustiados.

Vestidos con bata blanca, nariz roja, enormes lentes, vistosos gorros  o con moños en la cabeza acompañan a pequeños pacientes hospitalizados, ya sea porque tienen una enfermedad grave, esperan entrar a quirófano o sufrieron un accidente que los mantienen en cama.

Mayra Almanza, estudiante de Psicología, comentó la satisfacción que le da ver sonreír a las niñas y niños, a pesar de sus malestares y dolores; una joven de 16 años, en su primer día de actividad lúdica y curativa expresó “les regalamos cariño, porque quieras o no andan ‘agüitaditos’ los parientes” refiriéndose a los padres de familia que aún cansados y estresados  deben cuidar a sus enfermos noche y día.

Ante la cantidad de menores de edad internados, los “médicos de la risa” alternan las visitas entre los principales hospitales de la capital, como el Adolfo López Mateos, del ISSSTE, el Hospital Central, el Seguro Social o la clínica #1; las cinco mujeres y los dos hombres entrevistados coincidieron en decir que su mayor satisfacción es hacerlos sonreír y que olviden sus pesares.

En todo el país hay organizaciones dedicadas a bajar los niveles de estrés en menores de edad hospitalizados, con atención especial a los internos del área de oncología, quemaduras y cirugía.en Nayarit son escasas estas organizaciones. “Aparte de ayudar a los niños me ayudó a mi misma y a los familiares” comentó una de las entrevistadas, estudiante de QFB.

Hunter Doherty “Patch” Adams es el doctor de la risaterapia más conocido internacionalmente. Cada año organiza un grupo de voluntarios de todo el mundo a viajar a distintos países, vestidos de payasos, en un esfuerzo por llevar el humor a los huérfanos, pacientes y otras personas.

A través de estudios, se ha encontrado que la risa tiene múltiples ventajas, entre otras: contrarresta la depresión y la angustia; con la risa se libera adrenalina. Al reír, el cerebro hace que el cuerpo segregue endorfinas. Con cada carcajada se ponen en marcha cerca de 400 músculos.  Sirve de masajea la columna vertebral, y las cervicales liberan tensión. Se eliminan toxinas. Con este movimiento el diafragma origina un masaje interno que facilita la digestión y ayuda a reducir los ácidos grasos y las sustancias tóxicas.

Además, cinco o seis minutos de risa continua actúan como un analgésico; en el caso de los pequeños una terapia de risas los ayuda a que tomen sus medicinas y acepten las inyecciones o estar conectados a máquinas y a salir de estados depresivos.

“Uno piensa que se va a sentir mal al ver a los enfermos -comentó un entrevistado todavía vestido de “doctor”- la verdad es que se siente alivio al verlos mejorar, y nosotros siempre salimos con una sonrisa que nos regalan ellos.

El joven arjonero de 21 años de edad, con su enorme sombrero multicolor, comentó entusiasmado que espera los domingos “porque son productivos y diferentes”, añadiendo: la risa es la mejor medicina; regalarles una sonrisa a ellos y sus parientes es un pedacito a su recuperación. Y para uno de sus compañeros de grupo, estudiante de arquitectura “los domingos se vuelven emocionantes; invertir tiempo en estos lugares [hospitales] vale la pena; uno tiene sus problemas pero te das cuenta que hay gente sufriendo y que se le puede ayudar”.

El grupo de jóvenes voluntarios, se ejercitan, crean dinámicas y ensayan técnicas, con su dinero compran sus ropas y aditamentos y su lema es “amar y vivir para sonreír” el tiempo que llevan haciendo esta labor altruista fluctúa entre unos días y más de un año./Angélica Cureño/Dominio Público

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