La flota camaronera de Mazatlán se lleva las ganancias de lo que se cría en nuestros esteros, se quejan los pescadores de la costa norte del estado.
Es una práctica común que a nosotros nos persigan por estarnos “robando” el camarón del mar, cuando ellos –los barcos camaroneros mazatlecos- por tener dizque el equipo necesario para pescar, si tienen el derecho de sacar camarón de altar mar, asegura José López pescador y nativo de la costa norte del estado.
El pecado más grande que cometemos nosotros los pescadores de aquí de la zona, es que no tenemos barcos camaroneros y el gobierno nos persigue para quitarnos lo poco que tenemos de equipo para pescar, nuestras lanchas con motores y hasta nos priva de la libertad, por atrevernos a ir al mar a sacar camarón para sostener a nuestras familias, esto no lo podemos creer, se quejó el pescador.
Reclaman al gobierno tanto estatal como federal, que si no quieren que pesquen sin el equipo necesario, por qué no los ayudan para adquirir estos, ya que todo el tiempo nos castigan y nos atropellan con sus policías y no nos dan la facilidad de adquirir un equipo de esas características para poder competer con los mazatlecos, que nada más porque tienen barcos, vemos que se llevan todo el producto que se crió en los esteros de aquí de este estado.
Los pescadores quejosos admiten estar en contra de las normas que se rige para la captura del crustáceo, pero que no tienen otra opción, ya que como en el caso de los lugareños de Palmar de Cuautla, es la temporada en la que se puede aprovechar para ganar un peso, porque no tienen forma de ver el camarón al ser dejado fuera de su alcance por las fuertes mareas que lo llevan hasta otras pescas alrededor de la laguna de Agua Brava y a ellos no les queda más que “milal, como el chinito”, dicen.
Gobiernos llegan y gobiernos se van, y a nadie le importa la situación que nos está pasando con respecto a la captura del camarón en alta mar, vivimos con miedo e incertidumbre al saber que de un momento a otro pueden detener a un primo a un hermano, a cualquier pariente o amigo a manos de la Marina Armada, por andar “robando” camarón para que los barcos de los pescadores mazatlecos “agandallen” con la zafra.
Por Pedro Amparo Medina
