Dentro del mapa delictivo de Tepic, la Procuraduría General de Justicia a cargo del Subprocurador Edgar Veytia, mantiene a la colonia López Mateos como uno de los asentamientos donde la delincuencia organizada operaba y motivo por el cual, la Policía Nayarit, durante los operativos que realiza mantiene aterrorizada a la juventud, que nomás los ven y se echan a correr ante el temor de ser detenidos.
Es así como en recientes fechas, según la versión de algunas padres de familias que nos pidieron omitiéramos sus nombres por temor a represalias, un grupo de jóvenes cuyas edades fluctuaban entre los 13, 14, 15 y 16 años, se encontraban en una de las esquinas de la citada colonia cuando vieron que una patrulla de la Policía Nayarit se dirigía hacia ellos.
Algunos de los muchachos lograron correr y uno de los agentes le ordenó al otro que le disparara aunque fuera “a los pies” para que supieran quienes eran ellos, sin embargo, quien recibió la instrucción dudó en hacerlo a pesar de que apuntó su arma de alto poder contra la humanidad de quien tenía en la mira, y sólo se limitó a decir que eran unos “morros”.
Mientras que los jóvenes que no lograron huir fueron presa de la prepotencia y abuso de autoridad de los agentes policíacos que les decían con palabras altisonantes que eran una bola de viciosos que se drogaban y que también la vendían. Esto sin tomar en cuenta si lo era o no, así como si estudiaban o no en algunas de las escuelas secundarias de esta ciudad capital.
Señalaron los inconformes con la actuación de esta corporación, que de nada sirve quejarse ante las instancias competentes o ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos que se ha convertido en cómplice puesto que hasta la fecha no ha emitido – según tienen conocimiento-, ninguna recomendación sobre las denuncias que tiene en registro en contra de elementos de la Policía Nayarit por presuntas violaciones a los derechos humanos.
Por Rafael Delgado