Intentará el gobierno federal disminuir efectos negativos del regreso de connacionales repatriados con el programa Somos Mexicanos, con el cual pretenderá garantizarles empleo a través de empresas locales. Aplicará por primera vez en Nayarit.
La puesta en marcha será a través de módulos de atención presentándoles un esquema de apoyos que contempla programa de auto-empleo y vivienda, canalización a ofertas laborales, vinculación para la educación, asistencia médica, comunicación y reunificación familiar, albergues y traslados. Lo que no prevé este programa es el regreso de miles de infantes carentes de identidad o acta de nacimiento y que sin embargo deberán incorporarse al sistema educativo local.
El anuncio se hizo en la reciente gira del presidente Peña Nieto por el estado de California, en donde habitan, según estimaciones, más de 400 mil nayaritas, la mayoría sin documentos de residencia. La propuesta involucrará empresas locales, encargadas de proveer de empleo a las y los recién llegados.
Al respecto, Abel Gómez, docente y coordinador de Ciencia Política en la UAN, desde el 2010 investiga procesos migratorios Nayarit-California encontrando que hombres y mujeres, ya sea deportado o voluntariamente de regreso podrían no encontrar condiciones para el trabajo y la educación, advirtiendo que de no atenderse estas necesidades básicas, en dos o tres años “será un problema insoportable.”
El autor de “migración y empoderamiento transnacional” opina que la presión laboral se reflejará en mayor competencia y desequilibrio en los ramos productivos de la agricultura, en la construcción y en los servicios.
Cada año, aproximadamente 25 mil personas nacidas en Nayarit, sin residencia legal en EU, cruzan constantemente la frontera, sobre todo en Semana Santa, fiestas patronales y decembrinas.
Según previsiones de analistas, una cifra aún no determinada de repatriados no encontrarán condiciones para el trabajo, la educación e identidad; y de no ser atendidas sus necesidades por el gobierno, en dos o tres años “será un problema insoportable.”
A través de un reporte del Colegio de la Frontera Norte (Colef) se informa que mientras en el 2007, de los que tienen familia 20% fue deportado sin sus familiares, en el 2012 dicha cifra se disparó a 77 por ciento. Angélica Cureño/reportera
