Autoridades del Puerto Rindieron homenaje póstumo a Rebeca Méndez quien inspiró la famosa canción de Maná
El ayuntamiento de San Blas y el gobierno del estado de Nayarit rindieron homenaje a Rebeca Méndez cuya historia se hizo famosa en una canción del grupo Maná, “En el muelle de San Blas”, lo que ayudó a promover este bello destino turístico a nivel mundial. Rebeca fue una mujer afectada de sus facultades mentales que vivió en el puerto y que según diversos testigos frecuentaba el muelle vestida de novia. Hace unos días, murió a los 70 años en el estado de Chihuahua a donde se mudó años atrás. Las autoridades invitaron a su familia, ante quienes se develó una placa conmemorativa que estará colocada en el muelle.
En entrevista, visiblemente emocionada Blanca Suárez, hija de Rebeca, dijo: “Ella fue muy amada en este puerto, la gente la quería mucho y quiere saber su historia”. “Se le recuerda por su humildad y su corazón de niña, porque ella era una niña, una niña del mar, ahora ella, ya está reunida con su amado”.
SIEMPRE TRAÍA SU VESTIDO DE NOVIA, Y LO LUCIA CAMINANDO EN LA PLAYA
Su prima Aurora Zúñiga Méndez, recordó: “La historia de amor de Rebeca es verdad. Ella tenía su amor y creía que iba a casarse con él, por lo que siempre tenía su vestido de novia, ella siempre cargaba su vestido de novia, iba con mi mamá, su tía Paz Méndez, se lo ponía, nos lo enseñaba y nos platicaba como iba a ser su boda”. “Pero un día llegó con mi mamá muy triste y le dijo: sabe que tía, no ha llegado mi novio Ladislao, estoy muy triste; y no teníamos palabras con que consolarla, ella estaba metida en su mundo, y esa era su versión”. “Su novio era un pescador, pero esta persona murió en Guadalajara, allá lo atropellaron y murió, y ella pensaba que se había ido al mar”. “nos enseñaba su vestido ya roto, deslavado, y a veces se lo ponía ahí con mi mamá y nos lo presumía ¡miren que bonito mi vestido!“.
Rebeca – continúa-, “era una mujer que le gustaba andar de un lugar a otro, de repente se venía a San Blas, de repente se iba a Jalisco, le gustaba ir a Ciudad Juárez, o a México”. Fue en uno de esos viajes cuando tuvo su encuentro con Maná: “nos contó que en su andar por diversos lugares esperando a su amor fue a Puerto Vallarta y traía puesto su vestido de novia, y por ahí andaban los de Maná y le llamó la atención a Fer, al autor de la canción, que se le acercó y le preguntó porqué estaba así, y ella le contó que estaba esperando a su amor porque le había prometido venir a casarse y que ella quería estar lista para cuando él llegara, y de ahí nació la canción del Muelle de San Blas”.
La prima de Rebeca explicó porqué trajeron sus cenizas a este lugar: “El último deseo de rebeca era quedar aquí en San Blas, decía que el día que falleciera, le decía a mi mamá, el día que muera quiero quedar en San Blas, porque ahí está el amor de mi vida, yo quiero seguir esperando, quiero que me encuentre ahí, si algún día nos encontramos y nos vemos, que sepa que yo aún lo estoy esperando”.
Una vez que el clima lo permita, las cenizas de Rebeca serán depositadas en un nicho en la Isla de la Piedra Blanca, frente al muelle de San Blas, donde se encuentra una Virgen que cuida a los pescadores, y es además la entrada al centro ceremonial huichol Aramara. La Loca de San Blas, seguirá en el muelle donde tantas veces esperó a su amado.