A pesar de la escasez de competencias en la mayoría de los campos tecnológicos que impulsan la Cuarta Revolución Industrial, las mujeres siguen representando apenas el 28% de los licenciados en ingeniería y el 40% de los licenciados en informática y computación.
En campos de vanguardia como la inteligencia artificial, solo uno de cada cinco profesionales es una mujer.
Además ellas suelen recibir becas de investigación más modestas que sus colegas masculinos y, aunque representan el 33.3% de todos los investigadores, sólo el 12% de los miembros de las academias científicas nacionales son mujeres.
En este contexto, este viernes se conmemora el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, fecha que fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas con el objetivo de lograr el acceso y la participación plena y equitativa en la ciencia para las mujeres y las niñas, y la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas.
A nivel mundial las investigadoras suelen tener carreras más cortas, peor pagadas y su trabajo está poco representado en las revistas de alto nivel. A menudo no se las tiene en cuenta para los ascensos.
En México, en 2017 un reporte de la OCDE reveló que sólo 9% de las niñas reportaba que quería estudiar una carrera de ingenieros o de científicos en comparación con 28% de los hombres.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) hacer frente a algunos de los mayores desafíos de la Agenda para el Desarrollo Sostenible, desde la mejora de la salud hasta el cambio climático, dependerá del aprovechamiento de todos los talentos. Eso significa conseguir introducir a más mujeres en estos campos.
